Pizarnik suicida, animal de monte que se llena de brillos los ojos con farolas de carretera.
Pizarnik, bruta suicida, ¿por que no esperaste a María Mercedes?
Hubiesen sido las mejores amigas.
Tal vez algún optimista que crea en el limbo (ya ni la iglesia siquiera), sueñe con ustedes juntas rasguñando cavernas.
Alguien, no yo. Yo vivo gracias a Jebús, rezo por las noches, odio la poesía y me baño a baldados de agua fría.
Yo, gracias al catequismo, soy un hoyo negro, una maldita descreída.
14/11/07
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